diumenge, 29 de juny del 2014

CAMPAÑA: Descuelga un crucifijo por los servicios públicos


Como respuesta al poco ánimo de la administración pública de ajustarse a la realidad del País y cumplir la ley en relación a la simbología religiosa en organismos públicos (como ésta, del Hospital Provincial de Castellón):



Y a la vista de las excusas más variopintas para retirar lo que debía haber desaparecido ya en 1978 ("siempre han estado ahí", "no hacen daño a nadie", ...), AVALL comienza hoy una CAMPAÑA para incentivar razonada y económicamente a que se retiren todos los símbolos religiosos de organismos y espacios públicos, sufragados con dinero público o que presten un servicio público: hospitales, colegios, ayuntamientos, cuarteles, juzgados, tanatorios, parques naturales, carreteras, etc.


Descuelga un crucifijo 
por los Servicios Públicos



AVALL gratificará con 5€ por cada crucifijo (u otro símbolo religioso) que deje de estar expuesto en un organismo público o financiado con dinero público: colegio, hospital, ayuntamiento, cuartel, juzgado, etc.

¿Por qué han de retirarse los símbolos religiosos de los organismos públicos o que prestan servicio con dinero público?
  • Porque cualquier persona puede llevar símbolos o textos sagrados de su confesión donde quiera que vaya sin necesidad de que el Estado se los proporcione.
  • Porque los símbolos religiosos no tienen ninguna funcionalidad objetiva que ayude a prestar un servicio público mejor o más eficientemente.
  • Porque la Constitución Española refleja la aconfesionalidad del Estado.
  • Porque las confesiones religiosas son ideologías que se alinean con ciertas formaciones políticas, pero no todas, con lo que cualquier símbolo incurre en un proselitismo que infringe la neutralidad ideológica del Estado y de los servicios públicos.
  • Porque, según el último barómetro del CIS, menos del 15% de la población española es religiosa practicante y más del 25% se declara atea o no creyente.  Esta diversidad hace que se produzcan rechazos y reclamaciones ante símbolos de una cosmovisión diferente.
  • Porque diversa jurisprudencia tanto española como europea ha obligado a España a retirar crucifijos y otros símbolos religiosos de colegios y otros edificios públicos.

Procedimiento:
  • Los responsables de los centros u organismos subvencionados con fondos públicos que deseen retirar los símbolos religiosos contactarán con AVALL por correo electrónico a ateusvalencians@gmail.com.
  • AVALL entregará 5€ por cada crucifijo o símbolo religioso que deje de exponerse.
  • El  dinero recogido por el organismo público se utilizará para la mejora del servicio público, tal y como estime conveniente la dirección del mismo.
  • El crucifijo deberá haber estado expuesto con anterioridad a este anuncio y no se sustituirá por otro en ese u otro lugar. 
  • AVALL no tiene mayor interés en los crucifijos. Podrán reubicarse a su lugar apropiado: lugares de culto, órdenes religiosas o particulares interesados.
  • El ámbito de esta campaña es cualquier organismo, empresa o institución (estatal, autonómico o local) que preste un servicio público en la Comunidad Valenciana.
  • La campaña es válida durante todo el 2014 o hasta que se consigan retirar 500 símbolos religiosos.

Díptico:





dissabte, 28 de juny del 2014

Bring back our girls! Fanatismes islàmics (que tornen a estar) oblidats...


Més de dos mesos del segrest de 276 xiques en Chibok (Nigeria) i després d'unes setmanes que tots es feien la foto amb l'slogan de "Bring back our girls" (des de Michele Obama fins a Cospedal), el segrest ha passat de l'actualitat a l'oblit. Les causes del segrest, el fanatisme religiós, no sabem si alguna vegada han estat d'actualitat.

Per molt que de tant en tant parem atenció als símptomes (despús-ahir a Chibok, ahir la condena a mort de la sudanesa Meriam Ibrahim per apostasia, ara les salvatges imatges de la milícia ISIS d'Iraq), no sembla existir voluntat d'afrontar la causa del problema: l'extremisme religiós.

Què més ha de passar en el món per a adonar-se que gran part dels conflictes i violacions dels drets humans, així com el sustent de milers de grups de salvatges completament incivilitzats només és possible per la passivitat cap al pensament religiós més reaccionari i cavernícola?

Quantes estadístiques més de correlació entre misèria, guerra i religió necessita l'ONU (o les potències com Estats Units o la Unió Europea) per a adonar-se d'on trobar l'arrel del problema?

dimecres, 23 d’abril del 2014

L'Església Catòlica de València defrauda a Hisenda


Gràcies al treball del nostre company Guillermo González i d'altres col·laboradors, com ara Pepe Goberna, Javier Rodríguez, Victoria i Paqui Guerra, estan eixint a la llum nombroses irregularitats quant al no-pagament de l'IBI per part de l'Església Catòlica; milers d'immobles, només a la ciutat de València:

Levante-EMV, 19 d'abril de 2014

La Marea, 5 d'abril de 2014



diumenge, 20 d’abril del 2014

Constitución Republicana

Artículo de nuestro presidente en el Levante-EMV, en relación al carácter laicista de la constitución de la segunda república española.

Constitución a no olvidar


España no es laica ni aconfesional

Artículo rotundo en el Levante-EMV sobre la presunta aconfesionalidad del Estado Español:

España no es laica ni aconfesional

dimecres, 2 d’abril del 2014

Religión y "Día de la mujer"


Encara que amb un poc de retard, publiquem aquest article del nostre company d'AVALL publicat en el Levante-EMV el 8 de març passat:



divendres, 28 de març del 2014

Inmatriculaciones de la Iglesia Católica


Varios artículos recientes sobre este tema:

- Artículo de nuestro presidente en La Marea sobre la usurpación de la Mezquita de Córdoba y muchas otras propiedades inmobiliarias por parte de la Iglesia Católica

- Artículo en el Levante-EMV


dimecres, 29 de gener del 2014

Discurso de AVALL al recibir el premio laicidad de la Logia Blasco Ibáñez de Valencia


El pasado 25 de enero, AVALL recibió de la Logia Blasco Ibáñez el premio a la laicidad. 


Nuestro compañero Rafael Cuesta participó en la mesa redonda del acto, con el discurso que tenéis a continuación:

CONVERTÍOS AL LAICISMO, OBISPOS
  
Los miembros de  AVALL, en su afán de ceñirse a lo que la ciencia dice, afirman que no hay ninguna evidencia de la existencia de dios y que, por tanto, es muy probable que dios no exista. Más aún, los datos que la historia de la humanidad nos proporciona y las noticias que la actualidad nos hace llegar a diario, podrían  generar en los miembros de AVALL la convicción, la firme convicción, de que sin religiones el mundo funcionaría mucho mejor. Supongamos ahora que un miembro de AVALL fuera nombrado ministro, de justicia por ejemplo, y que guiado por sus convicciones, promulgara una ley en la que se prohibieran todas las religiones y el tener creencias religiosas se incluyera como delito en el código penal. La situación resultante, aunque pudiera parecer deseable para muchos de los presentes, adolecería de un déficit democrático insalvable: ignora la pluralidad de pensamientos, de ideologías, de creencias que se da en toda sociedad humana.

Si no tenemos en cuenta esta exigencia democrática de respeto al  pluralismo no podremos entender qué está pasando aquí. Porque ¿Cómo explicar el empeño del gobierno de Rajoy y Gallardón en modificar una ley que reconoce y respeta el derecho de la mujer a decidir si concluye o no un embarazo que no desea, que ha conseguido disminuir el número de abortos, que ha normalizado esta prestación sin obligar a nadie a usarla, que está en sintonía con la legislación de la mayoría de los países europeos, que ha merecido el consenso de la mayoría social.? En definitiva, una ley que está funcionando bien, ¿Por qué el empeño en cambiarla?

Sin duda, porque responde al propósito de imponer las creencias religiosas de unos cuantos al conjunto de la sociedad. Este propósito, desde luego, no es nada nuevo. Los líderes religiosos en general, y los de la iglesia católica española en particular, se han caracterizado siempre por arrogarse la exclusividad de la moralidad. Consideran que lo que está bien y lo que está mal lo establece dios, su dios, y dado el silencio de éste ellos se erigen en los únicos autorizados para establecer las normas que han de regir la acción humana. Como lo que “dice” dios es universalmente verdadero y válido para siempre, todos los humanos, por su voluntad o contra su voluntad, habrán de ajustarse a las normas de conducta que ellos, los voceros de dios, prescriben. Pero además, es bien sabido que todos los gobiernos de la historia de España, salvo alguna honrosísima excepción, se han plegado servilmente a este propósito de la jerarquía eclesiástica.

Unos y otros (iglesia, gobierno) olvidan que la sociedad democrática, que por definición ha de ser laica, establece que todo ciudadano tiene el derecho de pensar y creer lo que considere oportuno. Pero dicho derecho jamás podrá convertirse en un deber para nadie. Por consiguiente la democracia, la laicidad es incompatible con el integrismo que tiende a convertir los propios dogmas en obligaciones para otros o para todos. La organización democrática de la sociedad ha de garantizar la pluralidad y diversidad de formas de pensar, de convicciones, creencias, concepciones del mundo. En consecuencia, nunca el espacio público, es decir todos aquellos aspectos de la sociedad que son comunes a todas las personas: los principios constitucionales, la ley, las instituciones, etc., nunca podrán ser  invadidos por alguna creencia particular.

Pero detengámonos un momento a considerar cuales han sido los caballos de batalla del integrismo católico en los últimos años. Fundamentalmente han sido tres: Educación para la Ciudadanía, el matrimonio homosexual y la ley del aborto.

Educación para la Ciudadanía: resulta inexplicable la virulencia con la que se han opuesto a una asignatura que pretendía que toda la población escolar conozca los valores democráticos, los derechos y libertades ciudadanas. Y más inexplicables son los motivos: adoctrinamiento y relativismo moral. En definitiva niegan la necesidad de construir un espacio común a toda la ciudadanía independiente de los propios dogmas. Sin duda desconocen que  las democracias modernas basan sus acuerdos axiológicos en leyes y discursos legitimadores no directamente confesionales y, por tanto, discutibles y revocables, de aceptación voluntaria y humanamente acordada. Este marco de convivencia, laico,  no excluye las religiones  sino que garantiza su libertad de creencias y de culto. Pero a ellos no les basta con esto, han de imponer su moralidad.

Cabe hacer notar que es una moralidad muy selectiva. No les llama la atención las enormes desigualdades, el aumento de la pobreza, los desahucios, las estafas financieras, el desmantelamiento de servicios públicos elementales, el recorte de derechos, el desempleo, el abandono de las personas dependientes, los niños robados y no digamos los curas pederastas o los más de 11.300,000 de euros que en 2014 recibirá la iglesia de las arcas del estado…. Sólo parecen movilizarse para cercenar libertades y derechos ajenos.

Pero todavía es más grave que el gobierno de un estado constitucionalmente aconfesional, legisle siguiendo los dictados de una confesión. Así ha sido aprobada la LOMCE, la famosa ley Wert que suprime la Educación para la Ciudadanía porque no interesa que la educación, un servicio público sufragado con dinero de todos, sirva para construir un espacio regido por los valores democráticos que habrían de ser comúnmente  compartidos. Que todos los escolares aprendan eso les parece adoctrinamiento. Y no acaba ahí la cosa: para demostrar que están en contra del adoctrinamiento han hecho que esa misma ley eleve el estatus de la religión católica en la escuela y, a partir de ahora, ya no será un añadido a los planes de estudio sino que forma parte del curriculum como cualquier asignatura y constará en el expediente académico. No les importa que en la escuela pública se enseñen contenidos que no son científicamente contrastados. Lo que importa es que, según los datos que hemos conocido esta misma semana, en la última década ha disminuido muchísimo el alumnado que opta por estudiar religión. Eso no pueden tolerarlo ni los obispos ni el gobierno a su servicio.

Matrimonio homosexual: Claro ejemplo de prejuicios religiosos que llevan a la intransigencia e intolerancia. Lo más suave que dicen de la homosexualidad es que es antinatural. 25 siglos después de los sofistas, todavía no se han enterado de que en el ser humano todo es cultural, convencional. Si sólo aceptáramos lo natural, no habría religiones, ni celibato, ni obispos.  La  homosexualidad no es una enfermedad como ellos afirman, pero la homofobia sí tiene fácil cura: basta una buena dosis de principios democráticos, de respeto a los derechos y libertades de los demás.

Aborto: En su discurso para negarle a la mujer la capacidad de decidir acerca de su maternidad llegan al paroxismo. El obispo Reig Pla ha afirmado esta misma semana que estamos en “la cultura de la muerte” y que la verdad que él defiende -el aborto es un asesinato- está por encima del parlamento y niega a éste la legitimidad para legislar. También hace un llamamiento a las mujeres para que “reivindiquen sus vientres como el lugar más seguro para que florezca la vida humana”.

No hay mucho más que decir, salvo que, por debajo de esta arrogante negativa a respetar el derecho de la mujer a decidir sobre su cuerpo, se esconde, muy mal por cierto, la concepción que la iglesia católica tiene sobre la mujer. No es ciudadana de pleno derecho. No la sitúan en condición de igualdad al varón. Las mujeres nunca pueden ser personas autónomas y libres porque han de estar sometidas al marido en el caso del matrimonio y en la religión, su religión, carecen de la dignidad del varón. Por eso resulta tan fácil contar las mujeres miembros de la conferencia episcopal o del clero. En fin, la mujer ha de ser sumisa y dependiente y lo único que se le permite es ofrecer su vientre para la procreación.

Es la suya una moralidad hipócrita: Afirman defender la vida pero jamás han levantado la voz contra los más de 700 asesinatos de mujeres a manos de sus parejas en la última década. Incluso los hay que, cínicamente, niegan la violencia de género. La virulencia con la que rechazan la regulación de la interrupción del embarazo no se compadece con su negativa a las campañas para extender el uso de anticonceptivos o a la educación sexual. Y lo que es más importante: El machismo, la misoginia de su concepción les impide ver que sólo se puede defender la vida humana si ésta va acompañada de la dignidad y ellos, de nuevo por un prejuicio religioso, se la niegan a las mujeres al privarlas de su autonomía y libertad.

Si ha de primar la contaminación religiosa de las mentes, si lo que para cada confesión es pecado ha de ser trasladado como delito al código penal, la convivencia  es completamente imposible. La teoría democrática moderna hace siglos avanzó la solución a este problema: el laicismo.

La actual cúpula de la conferencia episcopal española lleva años desacreditando el laicismo, tergiversa su sentido al identificarlo con irreligión e inmoralidad  y le atribuye el origen de todos los males. Estos obispos (o ministros, o intelectuales) tan beligerantes desconocen, o fingen desconocer, que el laicismo es un proyecto de organización de la convivencia que garantiza la libertad de conciencia, la capacidad de cada individuo para pensar lo que quiera, para adherirse a las creencias que juzgue oportunas, para abandonarlas o para no tener ninguna. El laicismo nos permite vivir juntos, a pesar de nuestras diferencias de opinión y creencias. Por eso, el laicismo no sólo es bueno, es absolutamente necesario.

El Estado sólo puede ser democrático si es laico, es decir, si se pone al servicio de los ciudadanos en lugar de someterlos al suyo, si no pretende reinar sobre las mentes ni sobre lo corazones. Si no se empeña en decir lo verdadero ni lo bueno, sino sólo lo permitido y lo prohibido. Si es absolutamente neutral en materia de creencias. Ningún credo puede tener privilegios ni ventaja alguna. El estado carece de religión y de moral. Compete en exclusividad al individuo, al ciudadano, mujer o varón,  tener una si lo desean.

El laicismo es una inaplazable necesidad. Es imprescindible que los obispos y los ministros del gobierno se conviertan al laicismo. Si lo hacen, no será su derrota sino la común victoria de los espíritus libres y tolerantes. Amén.
  
                                                                                      Rafael Cuesta

                                                                             Alboraya, 25 de enero de 2014



dijous, 9 de gener del 2014

Vinyeta d'El Roto a propòsit de l'avantprojecte del ministre Gallardón


X Jornades Laicistes, 1 de març, València


El proper 1 de març se celebraran a València les X Journades Laicistes.



El programa i la informació d'inscripció es troben al següent enllaç:

http://www.laicismo.org//detalle.php?pk=28636#ppal

Declaración conjunta EL, UAL, FNLP sobre el anteproyecto de ley de Gallardón sobre el aborto




Declaración conjunta de Europa Laica (España)
de la Unión de Ateos y Librepensadores (España)
de la Federación Nacional del librepensamiento (Francia)
(Miembros de la Oficina Europea de Coordinación del Libre Pensamiento)



Un nuevo crimen contra el derecho de las mujeres a disponer libre-mente de su cuerpo, se prepara en España.
El Partido Popular, que gobierna con mayoría absoluta en España, pretende cambiar la ley del aborto, en vigor, desde 2010.
El anteproyecto de « Ley de Protección de la Vida del Concebido y los Derechos de la embarazada » establece sólo dos supuestos de despenalización del aborto:
• que sea "necesario" por existir "grave peli-gro para la vida o salud física o psíquica de la mujer" durante las primeras 22 semanas de gestación,
• que el embarazo sea resultado de un delito contra su libertad o su indemnidad sexual, siempre que se produzca en las doce primeras semanas y el hecho haya sido denunciado.

La ley de 2010, todavía vigente, establece que se puede abortar sin alegar ninguna razón en las primeras 14 semanas de gestación. Es una ley de plazos similar a la que hay en la mayoría de los países de la Unión Europea.

Lo que el Partido Popular, en connivencia con los sectores más integristas del catolicismo internacional, es volver a situaciones en donde las mujeres no tengan el derecho a decidir sobre su maternidad, sino que tendrán que justificar que los intereses del no nacido entran en conflicto con los propios.

Con la ley vigente de 2010 las menores de 16 y 17 años tienen que informar a sus padres, a menos que aleguen causas especiales para no hacerlo. Por ejemplo, mala relación con sus progenitores o que éstos pudieran obligarlas a no abortar. Esta posibilidad ya no existirá, si sigue adelante el proyecto, pues los padres tendrán la obligación de acompañarlas y la potestad de decidir sobre ellas.

Con la legislación de 2010 un embarazo de más de 22 semanas solo puede interrumpirse si existen "anomalías fetales in-compatibles con la vida" y para ello debe constar el diagnóstico en un dictamen emitido con anterioridad por un médico especialista que no sea el que practique la intervención. También se autoriza el aborto cuando se detecte en el feto una enferme-dad extremadamente grave e incurable, que debe ser confirmado por un comité clínico.
 
En el proyecto del Partido Popular el supuesto de enfermedad del feto se elimina, y queda supeditado a los efectos que esa dolencia genere en su madre. Se debe garantizar que la mujer sufrirá un daño "no irreversible pero sí importante y duradero" en su salud física o psíquica. Para ello se pide un informe motivado por dos médicos especialistas que no pueden ni siquiera traba-jar en el centro en el que se practique el aborto.

En el caso de enfermedades incompatibles con la vida el requisito será doble: un informe médico que confirme los riesgos para la madre y otro que pruebe la patología del feto de acuerdo con la Comité de Bioética de España.

La FNLP, Europa Laica y la Unión de Ateos y Librepensadores de España denuncian este proyecto de ley, y lo consideran como una nueva cruzada nacional-católica contra el derecho de las mujeres a su libertad de conciencia. Detrás de las cuales está la jerarquía católica a su más alto nivel vaticano y las organizaciones "pro-vida". Esta ofensiva aplaudida por la ultraderecha política europea ¿No será la preparación de otra a un nivel más amplio, en el contexto europeo y universal? ¿Debemos de estar preocupados?

Por lo tanto, las organizaciones firmantes exigen el abandono de este proyecto y lanzan un llamamiento a las organizaciones laicas y de librepensamiento para que se unan para conseguirlo.