Ni me sorprende ni me preocupa que con la nueva reforma educativa vayan a desaparecer del currículo de la ESO las asignaturas de Ética y Ciudadanía. Los que trabajamos en la enseñanza sabemos que son marías, ni tan adoctrinadoras como algunos temen, ni tan formativas como otros desearían. Pero no alcanzo a comprender que también vayan a eliminar del bachillerato las Ciencias para el mundo contemporáneo. Hasta que leo que las asociaciones de padres católicos opinan que esta asignatura puede llegar a ser “más dañina aún que Educación para la Ciudadanía para la libertad de conciencia”. Hay incluso quien tilda la asignatura de “extravagante”.
Por lo visto, no es suficiente con recortar las partidas presupuestarias destinadas a la ciencia. Hay que cortar de raíz el espíritu científico que pudiera aflorar entre los jóvenes. ¿Acabaremos como en Estados Unidos, donde los profesores de Ciencias tienen que acudir a los tribunales para defender la teoría de la evolución frente al diseño inteligente?
A mí me parece bastante más dañino y extravagante que la gran mayoría de los alumnos de la ESO pierdan una o dos horas semanales de clase encerrados en el aula, sin nada que hacer, con un profesor encargado de mantener el orden (la seudo-asignatura se llama “atención educativa”) mientras una minoría asiste a clases de religión católica. Pero esa asignatura no se va a tocar con la nueva reforma educativa.— Anahí Seri.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada